Desde diversas áreas de investigación, la palabra “bibliografía” suele ser utilizada para designar el listado de referencias consultadas o el listado de textos propuestos para un curso, pero lo cierto es que la bibliografía es un campo de estudios en sí mismo, una disciplina con tradiciones, rupturas y discusiones internas, de la cual los distintos tipos de trabajos de “revisión bibliográfica” tomaron históricamente prestado muchas de sus características esenciales. Sin embargo, mientras que, en la década de 1980, la bibliografía como disciplina rompió con sus propios moldes descriptivos y enumerativos, los distintos tipos de estudios que toman la bibliografía como insumo siguen atrapados en su impronta de contabilizar, enumerar y describir existencias. Entonces ¿por qué no intentar recuperar las nuevas perspectivas de la bibliografía, de la historia y de la sociología de los textos para enriquecer las formas en que las diversas áreas del conocimiento analizan las producciones textuales?; ¿por qué no abordar la propia narrativa científica con la riqueza con que ciertas áreas de las ciencias analizan otras producciones discursivas?; ¿es posible hacer este proceso sin repensar las formas de recuperar e interpretar esa bibliografía? Entendemos que enriquecer las formas de interpretar los textos nos demanda repensar las formas en que buscamos e interpretamos ese recorte de fuentes escritas que componemos y este es el camino que les proponemos transitar.
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