La comunicación de la ciencia implica el desarrollo de habilidades, siendo una de ellas, la escritura científica. Por tal motivo, todo investigador y todo científico necesita adquirir y desarrollar este tipo de habilidades. De forma paralela, se hace imperativa la formación ética, la generación de una conciencia crítica y un acentuado perfil técnico que le permita comunicar sus hallazgos de manera rigurosa en revistas de alto impacto científico sin recurrir a prácticas indeseables que dañan el patrimonio de la ciencia. Este trabajo tiene como propósito detallar la manifestación de malas prácticas en la escritura científica que permita a un investigador identificarlas y cuidarse de incurrir en ellas, comprendiendo que algunas de estas conductas son intencionales y otras ocurren por desconocimiento de quien en ellas incurre. Finalmente, este trabajo entrega sugerencias para prevenir y detectar malas prácticas en la escritura científica.
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